¿Qué significa la alegría de vivir en un contexto africano?
Esa es la pregunta que inspiró esta serie fotográfica. Realizado en formato analógico, este trabajo explora la belleza frágil del instante, en un proceso paciente y contemplativo. El grano de la película, la profundidad de los contrastes y la lentitud del proceso contribuyen a transmitir el calor, la sinceridad y la dulzura de estos momentos compartidos. Quise capturar escenas de felicidad simple, de amistad, de seducción, de ligereza y de intimidad — sentimientos universales, pero raramente representados en un contexto africano. Pronto comprendí que el lugar más natural para encontrar esta energía era la playa, en verano, en Dakar — un espacio abierto, libre, donde los cuerpos se relajan, las risas estallan y la vida parece bailar entre el cielo y el océano. Durante cuatro años recorrí las playas de Dakar, observando, esperando, capturando esos instantes fugaces en los que la alegría se revela sin artificio — una sonrisa, un gesto, un destello. Reunidos, estos momentos robados trazan el retrato sensible de una sociedad en movimiento.
En el espíritu de los maestros de la fotografía africana como Seydou Keïta y Malick Sidibé, que supieron inmortalizar los momentos privilegiados de la sociedad maliense de la posguerra — entre elegancia, orgullo y despreocupación — esta serie sigue otro camino de exploración: hacer visibles esas emociones universales, esos destellos de alegría y ternura, en el corazón de un paisaje senegalés contemporáneo. Aquí, la playa se convierte en el escenario de una alegría moderna y espontánea — profundamente arraigada en la cultura de Dakar, pero abierta al mundo.
A GOREAN SUMMER
2014