En las orillas de Gorée y Saint-Louis, en la encrucijada de los vientos atlánticos y de destinos entrelazados, surgió una sociedad singular: la de las Signares. Estas mujeres mestizas, nacidas de uniones entre colonos europeos y mujeres africanas, se impusieron a partir del siglo XVII como figuras de poder, refinamiento y ambigüedad en medio del tumulto de la historia colonial. Vestidas con tejidos ricos y adornadas con oro y encaje, las Signares eran las reinas de un mundo entre dos costas. Dominaban los códigos del comercio y la seducción, organizaban salones, negociaban cargamentos de marfil, goma arábiga —y, en ocasiones, seres humanos. En un universo dominado por los hombres, transformaron su posición marginal en un espacio de influencia, combinando elegancia, inteligencia y estrategia.
Sin embargo, detrás de los retratos pintados y los relatos embellecidos se dibuja una sombra: la de un poder construido sobre la ambivalencia. Las Signares fueron tanto víctimas como agentes de un sistema donde el mestizaje servía de puente entre la dominación y la resistencia. Encarnan la complejidad de la relación entre África y Europa: ni completamente sumisas, ni totalmente libres, pero siempre conscientes de su lugar en la gran puesta en escena del mundo colonial.
Esta serie fotográfica, realizada en colaboración con la diseñadora senegalesa Mame Faguèye Ba, reinterpreta la figura de la Signare a través del prisma de la memoria y la transmisión. Los retratos fueron tomados en la isla de Gorée y en Saint-Louis, Senegal, dentro de las ruinas de antiguos palacios coloniales donde la historia aún resuena. Aquí, cuerpos, telas y luz dialogan —reviviendo a estas mujeres entre la gracia y la resistencia, en toda la complejidad de su legado.
SIGNARES
2011