En África Occidental, el término vue se utiliza comúnmente para referirse a una fotografía. Sin embargo, una vista del espíritu pertenece a otro ámbito: el de las imágenes mentales, los símbolos y la herencia cultural. Nos recuerda que nuestra mirada nunca es neutra; está constantemente moldeada por la educación, la religión, la cultura y las dinámicas de poder.
Esta obra cuestiona esas imágenes religiosas llamadas universales —auténticos clichés de Épinal heredados de la iconografía occidental— que se impusieron como modelo dominante de lo sagrado. Difundidas ampliamente a través de la colonización y la evangelización, estas representaciones contribuyeron a transformar los imaginarios africanos, reemplazando las representaciones locales de lo divino por cuerpos, rostros y símbolos venidos de otros lugares. Esta imposición visual no es inocua: influye de manera sutil en cómo uno se percibe a sí mismo y cómo percibe al otro, inscribiendo —casi inconscientemente— una jerarquía en las nociones de belleza, pureza y santidad. Moldea la mirada incluso antes de que el lenguaje tome forma, definiendo marcos invisibles de reconocimiento y legitimidad.
Al revisar estas imágenes, busco revelar lo que han borrado o vuelto invisible: otras cosmologías, otras formas de trascendencia, otras maneras de representarse a sí mismo. Los retratos resultantes se inspiran en la iconografía cristiana, al tiempo que fusionan elementos de otras creencias y tradiciones, permitiendo que emerja una lectura plural de lo sagrado.
VUES DE L’ESPRIT
2012